martes, 3 de abril de 2012

En busca de "El Dorado"

Perseguir un sueño es la única forma de lograr hacerlo realidad. Ponerse en acción para alcanzar un ideal, lo hará posible. Más aún, si hay muchas señales en el camino.

Han pasado tres meses del inicio de la segunda mitad del segundo gobierno y se puede decir que en cuanto a realizaciones, el PAP sólo tiene y ha tenido presente la segunda palabra de la Alianza Popular Revolucionaria Americana. La que le sigue, que le atrajo la simpatía de multitudes, parece ser que la olvidó o la escondió al salir de la clandestinidad.

Por esta omisión y ciertos faenones, vislumbrándose su no continuidad, se prevé que otra vez habrá una larga lista de organizaciones políticas que se presentarán pretendiendo asumir la conducción de nuestro país. Aunque esta vez, es posible que además de vedettes y cómicos, también postulen cumbiamberos, chicheros y algunos conductores televisivos. ¡Y hasta podrían volver a hacernos el cuento chino!!

Para ciertos “analistas” y “periodistas”, esto podría significar una muestra de madurez política, o por lo menos una demostración del "afán" de querer "buscar" el desarrollo y progreso de la nación peruana.

Si así fuera, no tendría explicación el subdesarrollo de nuestra economía e industria, la pobreza de más de un tercio de la población (según el INEI), el pésimo nivel académico educativo, la gran migración rural... a pesar de la actual estabilidad económica y de las múltiples riquezas extraídas y que se siguen extrayendo de nuestro territorio.

Por algo, hubo un tiempo en que en el mundo entero se usaba la frase ¡Vale un Perú!, para significar la máxima posibilidad de enriquecimiento. Todo ello, sin contar que alguna vez nuestro país fue Primer Productor Mundial de Petróleo y también de harina de pescado, así como "tuvimos" el boom del salitre y del guano de las islas. Actualmente somos el quinto productor mundial de oro, primer productor mundial de plata y segundo de cobre y zinc. ¡El rescate de Atahualpa, que enloqueció a los españoles y asombró Europa, sería una propina si lo comparamos con todo esto!!!

Realidad y reto a vencer

La creación nos bendijo dándonos una gran diversidad mineral y biológica, distribuida en cuatro regiones naturales (para algunos son 9 y otros señalan que serían 11), pero esparcidas entre relieves muy accidentados, que son el reto que tenemos que vencer para disfrutar del progreso.

Todos los gobiernos que hemos tenido, sin excepción, en vez de asumir el reto, le han huido o lo han afrontado parcialmente. Nuestro gran problema es la falta de comunicación, la inexistencia de vías de ida y vuelta que unan fácil, rápida y ampliamente todos los pueblos del Perú.

Pero no nos referimos únicamente a la construcción de caminos, vías férreas, puentes, que acerquen unos pueblos a otros para el intercambio de sus productos, ni a la instalación de medios radiales, televisivos y escritos que hagan espectadores pasivos a los habitantes de tierra adentro, sino a la Gran Vía de la Transformación: la Educación.

Una Educación que tenemos que "sincerar", porque hasta ahora ha sido y es una farsa. Pues, es superficial, parcial, interesada, deformante y alienante, ya que destruye los valores ancestrales de Honestidad (No mentir), Honradez (No robar) y Laboriosidad (No ser ocioso), así como los principios de Colaboración, Solidaridad y Previsión que unidos a la Organización, al Ingenio y la Ciencia han dejado muestras palpables que asombran a gentes de otros continentes, como lo son los imponentes restos arqueológicos que hay a lo largo de todo el territorio dominado por los incas.

Los 30 mil kilómetros de recorrido del Qhapaq Ñap (Gran Camino Inca) constituyen la columna vertebral que enlazaba los territorios del imperio, que llegaba por el norte hasta Colombia, por el sur hasta Chile y por el este hasta la Argentina, incluyendo todo el Ecuador y Bolivia. Como no debe haber sido fácil controlar tan grande extensión, se crearon cuatro zonas administrativas: los Cuatro Suyos.

Ahora, con toda la modernidad existente y Reservas Internacionales Netas (RIN) de más de 32 mil millones de dólares, no tenemos una línea férrea que enlace Tumbes con Tacna, carecemos de puertos eficientes y, lo que es peor, no poseemos una marina mercante propia. No tenemos tampoco una línea aérea nacional, y nuestras carreteras interiores sufren constantemente de falta de mantenimiento. La llamada Descentralización, con sus ya varios intentos fallidos, sólo ha generado 24 gobiernos regionales que son un bocado muy apetecible para los que, en vez de servir a la nación, se sirven de ella. Son pocos los entes regionales que están cumpliendo los objetivos, pues la mayoría han derivado en burocráticos e ineficientes.

¿Qué nos falta para lograr el tan ansiado desarrollo nacional? Hacer Educación Política. Hay que enseñar... que somos un pueblo diferente y único en el mundo

Qué requerimos

¿Qué nos falta para lograr el tan ansiado desarrollo nacional? Hacer Educación Política. Hay que enseñar en todos los niveles, que somos un pueblo diferente y único en el mundo, constituido por múltiples naciones, multirracial y con gran mestizaje; que debemos ser orgullosos de nuestro idioma materno y tradiciones culturales, las cuales debemos conservar y difundir; que todos, sin excepción, podemos alcanzar el bienestar social, porque tenemos derecho a la instrucción, a la justicia y al respeto de nuestra dignidad, así como al progreso económico que nos puede brindar el trabajo honrado y eficiente.

Esta Educación Política, debe tener como máxima que "a un pueblo educado, instruido, no se le puede engañar", porque conoce sus derechos y obligaciones. El tan defendido Estado de Derecho (imperio de la ley), debe tener como objetivo supremo el Estado de Justicia Social, que nos conduzca a un Estado de Bienestar, anhelo de todo ser humano. ¿Quién quiere para sí o los suyos, injusticia, ignorancia, pobreza o discriminación?

Debemos aprender de lo logrado por otros países. Así, Chile, siendo casi sólo costa, sin sierra ni selva como las peruanas, exporta frutas, vinos, y hasta papel, a todo el mundo. El País Vasco, pequeña región autónoma de España, vende 32 mil millones de dólares de productos agrícolas. España, recibe 80 millones de turistas al año; uno por cada habitante. Y hay naciones cuya Deuda Externa es CERO, como Corea, Japón, Singapur, Taiwán, y hace unos años lo logró Dinamarca.

Qué debemos hacer

Principalmente recuperar la dignidad nacional, reconociendo que si bien la civilización inca ha sido la más avanzada de Sudamérica, antes de ella hubo muchas otras que han dejado vestigios de su grandeza. Que la invasión española destruyó sus estructuras, generando gran caos a fin de establecer la dominación y evitar una reacción. Que aunque sufrió una hecatombe de 300 años, y a pesar de las prohibiciones y crueles castigos, nuestro pueblo conservó su idioma, costumbres y conocimiento de su entorno.

Que la independencia y la República, lamentablemente, prolongaron la dominación y privilegios de unos pocos, olvidando –convenientemente para ellos– la calidad de seres humanos de sus compatriotas. Pero, fundamentalmente, debemos ser conscientes que todo esto es cosa del pasado –o debe serlo–, porque hoy el mundo es otro.

Ahora, somos 30 millones de mestizos, de los cuales 8 viven en zonas rurales, 19 en las ciudades y 3 han emigrado en busca de mejores oportunidades. El desafío actual es integrarnos como nación, a fin de hacernos un lugar y participar en el concierto internacional. La otra alternativa es dejar pasar la ocasión de crecer, no invertir el ahorro para producir, dejar que una crisis financiera internacional lo esfume, empobrecernos más y desaparecer...

Los avances tecnológicos de la modernidad deben llegar cada día a más peruanos, a fin de facilitar su sustento y progreso, del mismo modo como los aportes de nuestro pueblo hoy son empleados en todo el mundo, como la papa, el maíz, el camote. Si poseemos la quinua, la kiwicha, el tarwi, la maca, no debería haber desnutrición infantil ni materna en nuestro pueblo.

¿Cuál es la clave del desarrollo? Un negocio, una transacción entre peruanos o entre un nacional y un extranjero, debe traer beneficio para las partes que intervienen. Si ambos salen satisfechos del intercambio, querrán continuar la relación. Si sólo uno obtiene utilidad, para éste habrá sido provechoso, y para el otro habrá sido una estafa.

En su libro "Una nueva generación de triunfadores" (1996), Miguel Angel Cornejo escribe: «¿Cuál es el nombre del juego? "Todos queremos ganar". Las reglas del juego no han cambiado. Quizá cambió el juego completo por la era de la globalización que estamos viviendo (...) pero el juego, insisto, es: "Todos queremos ganar"».

«El secreto –continúa– para nunca dejar de ganar es "compartir". Si se quiere ganar hay que hacer ganar a los demás; dinero llama dinero, hay que compartirlo; ya no son épocas de caciques que acaparan la riqueza; todos queremos ganar y para ganar cada día hay que dejar ganar más a la gente que nos rodea; es la nueva generación del "nosotros"».

2 comentarios: