miércoles, 6 de junio de 2012

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida

Lo que suceda hoy en las elecciones marcará un antes y un después, porque mostrará si hemos crecido políticamente y si ciertas manifestaciones constituyen rasgos de que vamos constituyéndonos en una nación
Lo que se ha dicho, expuesto, recordado, analizado, revisado, tergiversado, rebatido, sacado de contexto, aclarado, demostrado y discutido en estos pocos meses, ha conmocionado y sacudido al país, al punto que las candidaturas políticas polarizaron a las familias y hasta a las parejas.
Necesitábamos este sacudón. El último hecho que produjo una discusión política tan grande como la actual, sucedió hace poco más de 40 años: el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas con Juan Velasco a la cabeza.
Pero en esta oportunidad la discusión ha sido más activa porque existen nuevas formas de comunicación y múltiples foros, y un mayor acceso a la información.
Para comenzar, se ha quebrado la falsa "libertad de expresión" que existía, esa que permitía que solamente los dueños de los medios de comunicación o sus empleados pudieran opinar y dar a conocer sus puntos de vista y orientar la "opinión pública".
Aunque se pretendió aplicarnos el mismo método de fines de los noventa con los diarios chicha: "Miente, miente, que algo queda", y aquello de que la "gente no pensante" acepta y hace lo que los "líderes de opinión" le sugieren, el correo electrónico y las páginas sociales digitales han permitido quebrar la camisa de fuerza.
A ello se suma la aparición de movimientos locales y regionales y múltiples alianzas que nos brindaron un abanico de 11 candidatos presidenciales, algunos muy folclóricos pero que demuestran inquietud y acción. Además se produjo un proverbial fenómeno: por haber abandonado sus principios el grupo político más organizado del país a pesar de que estaba ejerciendo el poder (o tal vez por ello, porque le interesaba más realizar los últimos faenones) se diluyó a sí mismo de un modo soberbio: fraternal y disciplinadamente derribó sus aspiraciones como un castillo de naipes.
Por otra parte, algunos personajes y situaciones nos hicieron recordar lo que recitaba Nicomedes Santa Cruz: "¡Cómo has cambiado pelona, cisco de carbonería, pareces una negra mona con tanta huachafería!; aunque había otros que siguen con la misma cantaleta y creyendo que somos cojudos, porque nos engañaron una vez quieren volver a hacerlo, nos desprecian tanto que olvidan que "a cocachos aprendí mi lección de colegial, en la escuelita fiscal del barrio donde nací". A golpes se forja el acero.

Cholo soy y no me compadezcas...
A partir de ahora, sabemos que se derrotó al terrorismo senderista, pero que persisten los terrorismos político, social, empresarial, financiero, cultural... que se manifiestan en la discriminación y el desprecio que ciertas capas sociales sienten por otras (la frase "nosotros los pensantes" se ha usado mucho últimamente y muestra un gran desprecio por "los otros").
Ahora, un cholo sano y sagrado sabrá que una elección no se gana meses antes de que se realice, que la falta de humildad es tu peor enemigo y que se negocia cuando eres fuerte y no cuando estás debilitado.
Un religioso sabrá que pertenecen al pasado los tiempos en que la excomunión se usaba como un látigo para arrear a los feligreses al redil. Ahora para guiar al rebaño no basta que te llamen pastor, sino que hay que enseñar con el ejemplo y ganarse el respeto de las gentes.
Un escritor sabrá que puede ser admirado por lo que escribe, pero no por lo que dice. Porque no siempre tiene la razón y no es infalible. El nacionalismo existe y ha sido la virtud que motivó el desarrollo de los países que forman el G-8, y el más exacerbado es el estadounidense, pues lo ha convertido en la potencia económica más grande del mundo y a autoerigirse como guardián y defensor de la democracia.
Los jóvenes sabrán que un técnico puede ser muy bueno académica y profesionalmente, pero una verdadera mierda como persona. Los políticos de plastilina, esos cuyos dueños les dan la forma que quieren, son los peores. No es tonto útil aquel que cobra por serlo.
Desde hoy todos sabemos que hay políticos y políticos, así como periodistas y periodistas. Que es muy cierto que "el periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios". Ahora entiendo en toda su dimensión aquello de cambiar tu reino por un plato de lentejas. Cuánta razón tenía mi padre cuando me dijo que la dignidad no se come, pero si la conservas podrás dormir en paz y mirar a tus hijos a los ojos.
Ahora sabemos que elegimos a los representantes del Ejecutivo y Legislativo, pero no a los del Judicial. ¿Quién designa a los que imparten justicia? ¿Ante quién rinden cuentas? Ser autónomos no significa que no tengan que rendir cuentas ante el único que tiene la soberanía: el pueblo.
También sabemos que la corrupción está organizada y es parásita de la estructura del Estado, y que la organización política que asuma la conducción del gobierno tendrá que montarse sobre esa estructura para dirigirla, por lo que tiene que ser consciente y vigilante de su misión para no ser absorbida y terminar haciendo faenones.
Pandora dejó escapar a todos los males del mundo, pero aún tenemos la esperanza. Y una vez definida la contienda e inmediatamente después de las celebraciones hay que ponerse en acción porque necesitamos sumar voluntades. El futuro es el resultado de lo que trabajemos hoy, cada día. Hagámoslo bien, por los suyos, por sus hijos, y por los nuestros.
¡Hermanos, hay mucho por hacer! Peruanicemos el Perú.

Nota: Este artículo fue publicado el 5 de junio de 2011. Segunda vuelta electoral entre Keiko y Ollanta.

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