La “colaboración eficaz” está
en el banquillo. Todos se han declarado inocentes, menos uno, quien
confesó que realizó las interceptaciones por órdenes de sus jefes
Hoy (23 de marzo de 2012) a las 9:30 horas de la mañana el colegiado
“A” de la Segunda Sala Penal para Reos en Cárcel de la Corte de Lima
dictará sentencia por el caso BTR contra los procesados Martín Elías
Ponce Feijoo, Gisselle Giannotti Grados, Jesús Ojeda Anglés, Martín
Fernández Virhuez, Jesús Tirado Seguín, Alberto Salas Cortez, Pablo
Martell Espinoza y Carlos Tomasio de Lambarri.
Este caso concitó la atención porque demostró que
la interceptación de las comunicaciones se seguía produciendo empleando
equipos y personal del Estado, pero no por razones de seguridad nacional
sino con fines meramente lucrativos. Los alumnos del “Doc” pretendían
superar a su maestro haciendo faenones.
Esta sentencia, por su contenido y consecuencias,
será una “resonancia magnética” o radiografía de la situación general,
mostrará las fuerzas visibles y ocultas que afectan la salud de la
nación. Casos como Conga, mineros informales, libros escolares, RBC
Televisión y Austral, las inauguraciones “adelantadas” de obras
inconclusas y otros, han servido para ver la podredumbre que corroe las
estructuras y que hay que actuar para solucionar y prever.
La moral ha sido disminuida por la bonanza económica, la mayoría quiere ganar más pero gastando lo menos posible o no gastando nada.
Con motivo de la segunda vuelta en las últimas
elecciones, escribí: “A partir de ahora, sabemos que se derrotó al
terrorismo senderista, pero que persisten los terrorismos político,
social, empresarial, financiero, cultural... que se manifiestan en la
discriminación y el desprecio que ciertas capas sociales sienten por
otras (la frase ‘nosotros los pensantes’ se ha usado mucho últimamente y
muestra un gran desprecio por ‘los otros’).
Ahora, un cholo sano y sagrado sabrá que una
elección no se gana meses antes de que se realice (…) Un religioso sabrá
que pertenecen al pasado los tiempos en que la excomunión se usaba como
un látigo para arrear a los feligreses al redil (…) que hay que enseñar
con el ejemplo y ganarse el respeto de las gentes. Un escritor sabrá
que puede ser admirado por lo que escribe, pero no por lo que dice.
Porque no siempre tiene la razón y no es infalible. El nacionalismo
existe y ha sido la virtud que motivó el desarrollo de los países que
forman el G-8, y el más exacerbado es el estadounidense, pues lo ha
convertido en la potencia económica más grande del mundo y a
autoerigirse como guardián y defensor de la democracia.
Los jóvenes sabrán que un técnico puede ser muy
bueno académica y profesionalmente, pero una verdadera mierda como
persona. Los políticos de plastilina, esos cuyos dueños les dan la forma
que quieren, son los peores. No es tonto útil aquel que cobra por
serlo.
La moral ha sido disminuida por la bonanza económica,
la mayoría quiere ganar más pero gastando lo menos posible o no gastando nada
Desde
hoy todos sabemos que hay políticos y políticos, así como periodistas y
periodistas. Que es muy cierto que ‘el periodismo puede ser la más
noble de las profesiones o el más vil de los oficios’. Ahora entiendo en
toda su dimensión aquello de cambiar tu reino por un plato de lentejas
(…).
Ahora sabemos que elegimos a los representantes del
Ejecutivo y Legislativo, pero no a los del Judicial. ¿Quién designa a
los que imparten justicia? ¿Ante quién rinden cuentas? Ser autónomos no
significa que no tengan que rendir cuentas ante el único que tiene la
soberanía: el pueblo.
También sabemos que la corrupción está organizada y
es parásita de la estructura del Estado, y que la organización política
que asuma la conducción del gobierno tendrá que montarse sobre esa
estructura para dirigirla, por lo que tiene que ser consciente y
vigilante de su misión para no ser absorbida y terminar haciendo
faenones.
Pandora dejó escapar a todos los males del mundo,
pero aún tenemos la esperanza. Y una vez definida la contienda e
inmediatamente después de las celebraciones hay que ponerse en acción
porque necesitamos sumar voluntades. El futuro es el resultado de lo que
trabajemos hoy, cada día. Hagámoslo bien, por los suyos, por sus hijos,
y por los nuestros.”
Hace muchos años, cuando se hacían los primeros
trabajos en el Paseo de la República, siendo un adolescente que recién
estaba conociendo la capital, pregunté a una persona: ¿Dónde queda el
Palacio de Justicia?
Me miró, arrugó las cejas y respondió:
–El Palacio está allí, pero la justicia… ¡no lo sé!
Nota: Este artículo fue publicado en Globedia el 23 de marzo de 2012.
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